Cuando empecé el verano me autodije: no vas a sobrevivir, Natalia. Pero sí, lo he conseguido, y me siento orgullosa (H) (<-- Personaje del messenger chulillo y con gafas de sol)
Sin contar Italia y Huelva, viajes suaves, todo empezó con el Camino de Santiago.
En Burgos, empezando la meseta castellana, lo que dicen que es la peor parte del Camino. Sol, campos, no hay sombras, camino recto (el trozo mas famoso es "la recta de la muerte" que por el nombre os lo podeis imaginar) Eso si, la gente majísima, solidaria, escasa o la justa, como tiene que ser. Sobreviví.
Llegué a Galicia, lo peor de gente. Aquello parecían las ramblas de Barcelona. La gente levantándose a las 3 de la mañana. La gente corriendo para encontrar sitio en el albergue. La gente "uy, uno se ha caido! Mejor! Uno menos para el albergue!". La gente mayor, la gente que veniamos de mas lejos, la gente que llevábamos más kilómetros, durmiendo en el suelo solo por no correr o por no levantarnos a las 3. La gente de todo menos solidaria.
Llegué a Santiago. Santiago era un circo. 60.000 boy scouts (o como se escriba) o, como los llamábamos nosotros: bollycaos, había una concentración de jóvenes cristianos de todo el mundo. Lo que faltaba. Iban en pelotones de 200 o 400, vestidos de marineros, con botas de militares, con banderas, cantando lo que sonaba a musica militar o cancionas sobre Dios o Cristo. Nada más entrando nos encontramos accidentalmente en medio de uno de esos grupos y salimos pitando por miedo, parecían los del ejécito de Cristo aquellos del año de... buf! No era sólo eso, ahora entenderéis porque digo lo del circo: monjas bailando sevillanas en las calles, un obispo bailando en medio de la plaza, posando para las fotos que le hacía la gente, un balcón con un muñeco de un tío gigante en bolas, una monja haciendo un estriptis y mil cosas más. Lo que tiene que hacer la iglesia ya...
Parece que haya sido un mal viaje, pero no. Me gustó más que cuando hice Roncesvalles-Burgos el año pasado. Esta vez he estado mucho mejor con la gente, nos hemos conocido más (los que veníamos de lejos) y claro, también está el llegar a Santiago, que aunque no sea lo importante, hace ilusión. Pero creo que lo importante del camino de Santiago es eso, el camino y todo lo que aprendes en él. Cada uno aprende cosas distintas pero la mayoria (y me refiero a la gente que lo hace entero pq sino poco tiempo te da a aprender) aprendemos que se puede vivir con el 10% o menos de lo que tenemos, a desprenderte de las cosas y de la gente, aprendemos que podemos más de lo que creemos, a ser más solidarios, a ser más agradecidos y, sobretodo, a tener más paciencia.
Me gustaría volver a hacer el camino francés (que es el que yo he hecho), pero sin entrar en Galicia. Sólo me gustaría repetirlo por los recuerdos que me traería el volver a pasar por cada sitio, recuerdos que muchas veces sólo vienen cuando vuelves allí y que ahora los tengo olvidados porque son muchas cosas las que pasan cuando haces algo asi al estar todo el día en la calle. Desde un loco que quería apalizarnos con un palo a las cosas que parecen más insignificantes y que por eso se olvidan, por eso me gustaría repetirlo, para recordarlas. Por otro lado, me encantaría también hacer el camino del norte, que bordea el mar y además está menos masificado. Eso sí, a veces se sufre un huevo, un día creí que me moría de lo que me retumbaba la cabeza... pero aún así me gustaría repetirlo, creo que el camino también enmasoca (que viene de masocar, de hacerse más masoca) y una cosa tengo segura: De Roncesvalles o Sant-Jean hasta la entrada a Galicia es un camino, de Galicia a Santiago es otro.
PD. Sobreviví!!!!!!!
PD2. Me encontré con Enne!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ualaaaaaaaaa k guayyyyyyyyyyy!! jo y mi viaje mas emocionante este verano ha sido el de ir con la bea a una universidad a buscar libros para el treball de recerca.... ke vida mas triste la mia :'(
<__trans phrase="Posted by:"> Aoshi_14 <__trans phrase="at"> 27 de Agosto 2004 a las 12:19 PM